El sentido de un final (2017)

Título original: | Burn after reading |
Director: | Ethan Coen |
Joel Coen | |
Guionistas: | Ethan Coen |
Joel Coen | |
Intérpretes: | Brad Pitt |
George Clooney | |
John Malkovich | |
Tilda Swinton | |
Frances McDormand | |
J. K. Simmons | |
Productor: | Tim Bevan |
Ethan Coen | |
Joel Cohen | |
Eric Fellner | |
Música: | Carter Burwell |
Nacionalidad: | Estados Unidos |
Reino Unido | |
Francia | |
Año: | 2.008 |
Duración: | 95 minutos |
Género: | Thriller |
Distribuidora: | Universal Pictures International Spain S.L. |
Estreno: | 10-10-2008 |
Sinopsis: Ozzie Cox es un agente de la CIA que está escribiendo sus memorias, con toda su experiencia en la agencia, en un CD. El problema surge cuando su mujer se lo deja accidentalmente en el gimnasio, lugar donde lo encuentran unos empleados sin escrúpulos que intentan chantajear a Cox. A raíz de esto, la CIA manda a un asesino para intentar solucionar el entuerto.
Calificación:
Crítica: | 7,700 |
Por mí: | 10,000 |
Público: | |
Mundo: | |
Espectadores: | 1.211.666 |
Recaudación: | 7.325.932,22 € |
Crítica:
12.10.08 - ANTON MERIKAETXEBARRIAParanoico juego de masacre
No tiene desperdicio esta mixtura de 'thriller' y comedia, pasada por el túrmix de los hermanos Coen dispuestos en "Quemar después de leer" a no dejar títere con cabeza. La trama se dispara cuando Osborne Cox, un analista llega al cuartel general de la CIA, en Washington, para una reunión ultrasecreta, que consiste en su fulminante despido. A continuación se dedica a darle a la botella y a escribir sus memorias, poniendo a bajar de un burro a la Agencia Central de Inteligencia yanqui. Y es que no pueden ser más paranoicos los personajes que desfilan por el filme, interpretados por algunos de los actores más en boga en el mundo del cine actual, a los que ellos dan lo mejor de sí mismos.
O lo peor, según se mire, dado el gran número de insensanteces que se encargarán de interpretar con nocturnidad y alevosía, en un juego de masacre tan divertido como peligroso, donde un carituresco sentido del humor no oculta la violencia que se sugiere en el fondo de sus estrambóticos protagonistas, beocios hasta las cartolas, con un engominado -y nunca mejor dicho- Brad Pitt a la cabeza. Así, una realización enérgica, condensada en noventa y cinco minutos, colabora en el éxito de la película.
Por si fuera poco, los diálogos posee un contagioso sentido del humor, pero, detrás del exhaustivo repertorio de insensateces que nos enjaretan estos espías de pacotilla, también surge una amarga reflexión acerca de la naturaleza de los gobiernos en general y del estadounidense en particular. Políticamente muy incorrecta, "Quemar después de leer" utiliza munición de grueso calibre y prescinde de florituras estéticas, pero su discurso es absolutamente nítido y sin concesiones. En efecto, pocas veces se ha visto en una producción de Hollywood una denuncia tan abiertamente hostil contra la hipocresía de los presuntos defensores de la democracia.
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