Dos padres por desigual (2017)

Póster: The Visitor
Título original: | The Visitor |
Director: | Thomas McCarthy |
Guionista: | Thomas McCarthy |
Intérpretes: | Richard Jenkins |
Hiam Abbass | |
Haaz Sleiman | |
Danai Jekesai Gurira | |
Marian Seldes | |
Maggie Moore | |
Michael Cumpsty | |
Productores: | Michael London |
Mary Jane Skalski | |
Fotografía: | Oliver Bokelberg |
Música: | Jan A. P. Kaczmarek |
Montaje: | Tom McArdle |
Nacionalidad: | Estados Unidos |
Año: | 2.007 |
Duración: | 104 minutos |
Edad: | 7 años |
Género: | Drama |
Distribuidora: | Isaan Entertainment, S. L. |
Estreno: | 13-03-2.009 |
Página WEB: | Web Oficial de la película en España |
Web Oficial de la distribuidora en España |
Sinopsis:
La vida del viudo profesor universitario Walter Vale sufre un giro cuando dos inmigrantes, el sirio Tarek y la senegalesa Zainab, se instalan ilegalmente en su piso.
Calificación:
Crítica: | 7,670 |
Vizcaya: | 7,405 |
España: | |
Rugoleor: | |
Espectadores: | 172.733 |
Recaudación: | 1.059.841,08 € |
Crítica:
16.03.2009 – JOSU EGUREN
Historias mínimas
Después de un largo trimestre plagado de títulos prescindibles, la aparición de una pequeña joya como “The Visitor” es una grandísima oportunidad para reconciliarse con el buen cine. Redebuta Tom McCarthy (“Vidas cruzadas”) con una minúscula historia que se abre plano a plano como una muñeca rusa. La primera pieza es Richard Jenkins, actor mayúsculo, que aquí interpreta a Walter Vale, un maduro profesor universitario a través del cual McCarthy nos muestra el drama de los 'sin papeles' en los EEUU. Inmigrante dentro de su propia casa, de ahí el título, el personaje de Jenkins acaba compartiendo espacio vital, y emociones íntimas, con una pareja de ocupas accidentales que le ayudan a reengancharse a la vida. Sutilmente, McCarthy va despojando a su personaje de una máscara forjada de frágil hieratismo, al tiempo que desentumece nuestros músculos faciales con el ritmo contagioso de la música, sin anunciarnos el giro dramático que tomará la historia en dirección a posiciones más comprometidas. Llegados a este punto Ken Loach se aferraría a una pancarta, y más de un espectador se borraría del discurso, pero McCarthy, que no renuncia a la crítica, introduce un nuevo personaje para elevar al cenit el vuelo de la película. Aparece Hiam Abbass, imperial, en el papel de una elegante madre coraje que hace palpitar el corazón de Walter con latidos de una frecuencia desconocida, y la historia se abre para mostrarnos que sus múltiples conexiones nerviosas terminan en el corazón del público. Hay un director tras la cámara, pero la manipulación del lenguaje se reduce a su expresión mínima, síntoma de que alguien confía en la inteligencia del espectador para completar los huecos vacíos. McCarthy apenas subraya, no sobreexplica, y evita la tentación de colocarnos zancadillas dramáticas que suelen ser propias de los mamporreros sentimentalistas. Absténganse los plañideros profesionales que disfrutaron con la sádica eutanasia de Amenábar, esta es una buena película.
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