Monstruos contra alienígenas (Conrad Vernon, Robert Letterman, 2.009)
Póster: Monstruos contra alienígenas
Título original: | Monsters vs Aliens |
Directores: | Rob Letterman |
Conrad Vernon | |
Guionistas: | Maya Forbes |
Wallace Wolodarsky | |
Rob Letterman | |
Jonathan Aibel | |
Glenn Berger | |
Intérpretes: | No hay actores |
Productor: | Lisa Stewart |
Fotografía: | |
Música: | Henry Jacman |
Montaje: | Joyce Arrastia |
Eric Dapkewicz | |
Nacionalidad: | Estados Unidos |
Año: | 2.009 |
Duración: | 97 minutos |
Edad: | Todos los públicos |
Género: | Dibujos animados |
Distribuidora: | Paramount Spain, S. L. |
Estreno: | 03-04-2.009 |
Página WEB: | Web Oficial de la película en España |
Web Oficial de la distribuidora en España |
Sinopsis:
Un grupo de seres monstruosos (una chica de quince metros de altura, un doctor con cabeza de insecto, un medio simio medio pez, una larva de ciento veinte metros y una gelatina viviente) son reclutados para proteger el mundo de la amenaza alienígena.
Calificación:
Crítica: | 7,261 |
Vizcaya: | 7,367 |
España: | |
Rugoleor: | |
Espectadores: | 1.457.591 |
Recaudación: | 9.855.336,83 € |
Crítica:
06.04.2009 – ANTON MERIKAETXEBARRIA
El mundo en sus manos
Por todas las gominolas que “Monstruos contra alienígenas” es una estupenda película de animación, filmada en 3-D por Conrad Vernon y Rob Letterman, autores de “Shrek” y “El espantatiburones”, respectivamente, trabajando ahora para DreamWorks. Describe las peripecias de una fabulosa muchacha, Susan Murphy, transformada en una gigantesca ginórmica; así como de una sabia cucaracha y una descerebrada masa gelatinosa, convertidos en seres monstruosos dispuestos a salvar al mundo de un pérfido chipirón alienígena, enpeñada en dominar la Tierra. Personajes y situaciones que los 'pitufos' disfrutarán de lo lindo, al tiempo que se vierten audaces reflexiones sobre la autoestima y el necesario respeto a lo diferente.
Una joya de película, donde la técnica no minimiza sus valores éticos, de los que tan necesitamos estamos, sin caer en demagogias de ningún tipo, con lo cual salimos ganando todos. Y, de igual modo que la más esplendorosa prueba de la verdad del universo infantil es el testimonio de unos personajes desarmantes, así también en el campo del mejor cine animado es su poder de encantamiento lúdico lo que afirma la fecundidad de la niñez más auténtica.
Es evidente que para producir películas infantiles de alto valor ético y estético, es preciso empezar por comprender su particular forma de entender la vida, pues de lo contrario, estallará en seguida la impostura. Así, no tan efectista como Pokémon ni tan convencional como el Walt Disney tradicional, el principal afán del filme no es didáctico -todo afán didáctico, toda voluntad de desarrollar una tesis preconcebida, tiende a entorpecer y aún paralizar la vida intrínseca de una obra-, sino que es el propio desarrollo de la película, su belleza plástica, temática, la que hacen que un filme como el presente sea un delicioso divertimento y, en cierta medida, un testimonio de la forma de ser y de pensar de la más imaginativa chiquillería, en esta ocasión a partir de los 7 años.
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